29/6/10

Comunicación con el paciente

El otro día me sorprendió un abuelillo con una pregunta (siempre cae alguna cuando dices que estudias medicina): "¿Puedo beber horchata si estoy con Sintrom®?" De esta pregunta queda clara una cosa: que el pueblo tiene dudas acerca de su salud, de lo que pueden o no pueden hacer si tienen tal o cual enfermedad o si toman un medicamento u otro. Cuando un paciente sale de la consulta ¿lo tiene todo claro? Pues parece que no y aunque para nosotros algunas preguntas se caigan de cajón (después de años de estudio en la materia), para ellos no sólo no suponen meras dudas sino que muchas veces son auténticas preocupaciones. Y cabría hacer un detallado análisis acerca del por qué ocurre esto: falta de una buena comunicación entre médico y paciente, mensaje inadecuado para el nivel cultural del receptor, consieración del mensaje como unidireccional sin que exista un feedback por parte de éste, etc pero no es el objetivo ahora (lo será en otra entrada). Acercar la medicina al pueblo. Y así como en la antigua Grecia todos los ciudadanos de la Polis se implicaban en los asuntos de la ciudad, lo mismo imagino para la medicina. Quiero pacientes comprometidos, bien informados, autónomos, cuya salud sea una tarea para ambos, una relación bidireccional en la que ambas partes sean receptoras y emisoras de conocimientos médicos (un estudiante de medicina puede enseñar a su profesor al igual que un paciente informado puede enseñar a su médico, estas barreras se están destruyendo). En una palabra: sinergia. Un equipo en el que todos los jugadores del partido (abordajes multidisciplinares de las patologías) buscan la misma portería.

27/6/10

Enfermedades de cine: El jorobado de Notre Dame

"Si yo eligiera un día para volar, sería hoy"
de El jorobado de Notre Dame

    Muy a la mano me viene esta cita, por dos motivos: uno porque hoy empiezo a volar por la blogosfera medicoblástica (como dice SomosMedicina) y dos porque este pequeño gran personaje de Disney va a servirme para inaugurar mi actividad como bloggero. En el cine hay mucho tema médico de donde sacar, vale, lo reconozco, mezclar dos de mis mayores pasiones me pone el doble. Y si vas por la calle y te fijas en síndromes piramidales, conjuntivitis, claudicaciones de la marcha en abuelitas, fatigas, edemas en tobillos y petequias varias, reconócelo, aquí estamos todos cortaos por el mismo patrón. ¿Qué tiene nuestro personaje? Joroba para el público en general, cifosis para nosotros. Lesión en la columna dorsal de etiología infecciosa que produce esta deformidad y actitudes especiales debidas a la impotencia funcional de la articulación se llama...Mal de Pott.  Esquema general : 
TBC osteoarticular, llamada Mal de Pott cuando afecta a la columna vertebral (más frecuente en región lumbar alta o dorsal baja). Se presenta en forma de artritis.
Tríada clínica: Dolor que no cede con el reposo,  impotencia funcional y defensa y rigidez muscular (vaya, una artritis ni más ni menos). Puede haber también atrofia muscular y paraplejia (porque toque la médula). Así como disminución de la capacidad vital y otras complicaciones respiratorias (recordemos que según la Patología General, fantástica a la par que útil asignatura, las deformidades de la caja torácica y columna vertebral producían hipoventilación). 
Normal que el diagnóstico precoz sea importantísimo que con la médula no se juega. Atentos a la anamnesis porque si hay que esperar a que salga algo en las placas vamos listos. Las lesiones se ven tardíamente y los radiólogos nos dirán que lo primero que aparece es osteopenia regional (cortical adelgazada y aumento de porosidad del hueso esponjoso) y no sé qué de "mordiscos de ratón" (¡anda que no les gusta las metáforas!). No hay esclerosis porque la reparación es a base de fibrosis (no se forma hueso). 
Hagamos un Mantoux, prueba de esputo (el bicho ha entrado por ahí y en la mitad de los casos habrá focos activos pulmonares) y cultivos. Podemos optar también por coger el caminito al quirófano y biopsiar o hacer una punción.
No sé si meterme en terreno de los anatomopatólogos que su disciplina la tengo atravesá. Con más razón me diréis algunos. Venga: imagen de TBC miliar. Granuloma tuberculoso con una porción central en la que aparece un área de necrosis de caseificación que se halla rodeada por células epitelioides entre las cuales aparecen células multinucleadas de tipo Langhans. Más externamente aparece una corona de linfocitos y por fuera de ésta se aprecia una banda fibrosa.
Tratamiento médico, pauta de seis meses: Rifampicina, Isoniacida y Piracinamida durante los dos primeros y para los cuatro últimos se quita la Piracinamida. Se le pide al paciente que esté en cama y, en caso de que le permitamos deambular, le ponemos un corsé de yeso o uno ortopédico. Una vez que ha terminado con la antibioticoterapia se opta por la artrodesis que es la fijación de la columna vertebral. Adiós al dolor y a las posiciones viciosas.
Quasimodo, hoy por hoy, sería un chaval sin ningún tipo de problema, exceptuando que tendría cierta limitación en la movilidad de su espalda. Claro que Disney lo habría tenido complicado para lanzar su moraleja.

25/6/10

Os doy la bienvenida

Empezaré presentándome, como todo médico debe hacer y, aunque yo aún no lo sea, no está mal ir empezando a adoptar ciertos hábitos. Me llamo Pedro y voy a ser su médico...vale, me he metido demasiado en el papel, rectifico: estudio Medicina. Y podría decirse que con esto ya hay mucho dicho y es verdad. Es mi ocupación a tiempo completo. Y ¿cómo he llegado hasta aquí? Nos remontaremos a 1986 cuando mis queridos padres estaban de vacaciones...que no. A los 8 pisé un hospital por primera vez. Pasé largas temporadas en ese pequeño micromundo en el que ocurren cosas maravillosas y tristes a la vez. Donde la vida adquiere su valor real. Empecé mi carrera, primer obstáculo la enfermedad, superado. Después ESO, Bachillerato, acceso a la universidad y llegué a Medicina. Y, así como para unos esta carrera son los 100 metros lisos, para mi está siendo una auténtica carrera de obstáculos. Hay algunos más altos que otros y ni recuerdo las veces que me he atascado con el mismo pero, como todo que merece la pena, suele ser norma el tener que pelearlo. ¿Qué pretendo con este blog? Aprender, compartir, investigar, conocer a otros locos por la medicina y divertirme. Si queréis saber más, pasaros por aquí de vez en cuando. Bienvenidos, como en vuestra casa. (Hay cerveza en la nevera)